Y el anciano hombre le dijo con una sonrisa:

-Querida Gerdum, la libertad no la puedes tocar, está dentro de las personas.

sábado, 15 de mayo de 2010

Y LA MÚSICA ¿PARA QUÉ SIRVE?



Científicamente la música es un fenómeno vibratorio: partículas del aire son puestas en movimiento y éstas partículas toman contacto con la materia y, a su vez, la ponen también en movimiento. Esto se llama "afinidad vibracional". Cuando las vibraciones del sonido afectan a las ondas del aire, éstas ondas afectan a otra materia.

Pero no todo se puede probar, demostras o explicar científicamente. El fenómeno de la música es puramente físico, pero su efecto sobre los seres vivos es aún un misterio; pero un misterio real y que podemos observar con nuestros propios ojos.

La música tiene un efecto definido en las personas, animales y en las plantas. Por ejemplo, puede llegar a tener una influencia muy poderosa en nuestro cuerpo, mente y emociones: la música con ritmo puede estimular nuestro cuerpo; melodías poderosas o armonías tocadas con sentimiento pueden hacernos llorar y conmovernos; y obras como las Fugas de Bach o los Conciertos de Mozart pueden ser mentalmente vigorizantes. Otro ejemplo sería las bandas sonoras del cine. Los productores de Hollywood creen fuertemente en el poder de la música, razón por la cual es esencial en la creación de sus películas. La música de un film captura mucho mejor que solo la imagen nuestros sentimientos, aumentando la expresividad de los acontecimientos y las emociones de los propios personajes.

Para que os aseguréis de que lo que os cuento no es cuento chino, haced un pequeño experimento:
Estáis viendo una película de terror solos o con amigos y llega la escena más espeluznante de todas. ¿Qué hacéis cuando os entra un miedo horrible en el cuerpo? Os tapáis los ojos, ¿verdad? Pues la próxima vez no os tapéis los ojos, tapáos las orejas y entonces descubriréis que lo que os pone los pelos de punta no es la imagen de la niña del exhorcista meneando su cabeza, sino la música afilada y siniestra, así como los chirridos de las puertas y los gritos despavoridos de los actores.

A lo largo del estudio de los efectos de la música sobre las personas se ha dividido a ésta en dos categorías: música positiva y música negativa. Actualmente, cuando se habla de música positiva no nos referimos sólo a música "alegre" o "feliz". La música negativa invoca emociones como frustración, ira, suspense, horror, miedo y estados de la mente como agotamiento y ansiedad. Sin embargo, la música positiva invoca emociones como amor, alegría, esperanza, paz y estados mentales como estabilidad, autovaloración y tolerancia.

Éste efecto de la música sobre nuestro ánimo es empleado muchísimas veces por la sociedad, para verlo solo hay que estar atento. ¿Qué música ponen en las tiendas de ropa? Música con ritmo, suelta, sencilla, que no agobia y engancha, música para que se haga amena y ligera la compra. ¿Qué música ponen en las discotecas? Música con mucho ritmo, música bailable, que nos mantenga activos y contentos. ¿Qué música ponen en los bares? Normalmente música más relajada, para que nos desestresemos, nos sea agradable estar sentados tomándonos algo, para que nos quedemos mucho tiempo. ¿Qué música ponen en los balnearios? Música relajante, suave y espiritual. Nosotros también somos capaces de conocer qué música nos agrada para unas cosas u otras. A mucha gente la música que le gusta le ayuda a concentrarse. Está comprovado que dependiendo del tipo de música que se escuche, se estudia con más o menos velocidad o con más o menos concentración. La música también afecta al funcionamiento de nuestro cuerpo, me refiero al funcionamiento vital de nuestro cuerpo. Se hizo hace tiempo un estudio sobre la digestión y se comprovó que los cantos budistas, escuchados mientras se come, hacen más lenta la digestión, más tranquila y sosegada, facilitando la ingesta adecuada de alimentos y favoreciendo a que lo que comemos engorde menos.

Que haya personas que escuchando música clásica se concentren mejor estudiando no quiere decir que si todos lo hacemos estudiemos mejor. Esto depende, ya no solo de que sea música positiva o negativa, sino de nuestros propios gustos musicales. Así, si alguien al que no le gusta nada el jazz escucha una canción de jazz animada y positiva, la canción le afectará de forma negativa.

Os invito a que hagáis de la música un elemento importante en vuestra vida, aunque muchos de vosotros puede que ya lo hagáis pero no os hayáis dado cuenta de la importancia tan grande que tiene.

miércoles, 12 de mayo de 2010

LAS PLANTAS RESPONDEN

Como todos ya sabemos, muchas plantas responden al tacto. Uno de los ejemplos más comunes se ve en los zarzillos de éstas, que se envuelven alrededor de los objetos que tocan permitiendo a la planta sujetarse y trepar. Éste hecho es bastante rápido, pues el zarzillo es capaz de enrollarse en torno a un sostén, una o más veces, en menos de una hora. La enredadera es una planta trepadora que todos conocemos:




Otra respuesta rápida al tacto ocurre durante la captura de la presa por la planta carnívora cazamoscas de Venus. Las hojas de ésta planta tienen dos lóbulos y cada uno presenta tres pelos sensibles. Cuando un insecto se posa en alguno de los lóbulos y roza, así, los pelos, se descarga un impulso eléctrico que desencadena el cierre instantáneo de la hoja. Los bordes dentados se entrecruzan a modo de una trampa para osos y se cierran en medio segundo.





Y las plantas son capaces de identificar el tipo de música que suena (si es positiva o negativa), aunque sea difícil de creer. Diréis ¿cómo van las plantas a escuchar música si no tienen oídos? Bueno, si no os lo creéis, seguid leyendo...


LOS EXPERIMENTOS DE DOROTHY RETALLACK:

En 1973 una mujer llamada Dorothy Retallack publicó un pequeño libro llamado "The Sounds Of Music and Plants", en el cual detallaba una serie de experimentos que había realizado para descubrir los efectos de la música sobre las plantas. Sigamos paso a paso su investigación:

Primer experimento: empleó tres gabinetes y tocó simplemente un tono continuo a las plantas. En el primer gabinete tocó el mismo tono durante ocho horas, en el segundo gabinete durante tres horas y en el tercero no tocó nada. Las plantas del primer gabinete murieron en catorce días, y las plantas del segundo crecieron extremadamente sanas, mucho más que en el tercero de los gabinetes. Éste descubrimiento fue muy interesante y se probó posteriormente con un grupo de trabajadores: cuando la música sonaba continuamente los trabajadores estaban más fatigados y menos productivos, y cuando la música sonaba, solo de vez en cuando a lo largo del día, los trabajadores estaban menos cansados, más productivos y atentos que cuando no sonaba ninguna música.

Segundo experimento: Dorothy usó plantas jóvenes situadas en dos gabinetes con una radio cada uno. En el primer gabinete la radió emitía Rock y en el segundo emitía música tranquila. La música solamente sonaba durante tres horas al día. Al quinto día se notaron cambios drásticos: en el segundo gabinete (con música tranquila) las plantas crecían saludablemente y sus tallos comenzaban a inclinarse hacia la radio; sin embargo en el primer gabinete las plantas habían crecido débiles y tenían las hojas pequeñas y atrofiadas. Tras dos semanas, las plantas en el gabinete "tranquilo" permanecían robustas y florecientes y seguían teniendo el mismo tamaño e inclinándose hacía la radio; y las plantas en el gabinete "de Rock" habían crecido extremadamente altas, su floración había decrecido y los tallos estaban inclinados alejándose de la radio. En el decimosexto día casi todas las plantas del gabinete "de Rock" estaban en estados terminales, mientras las plantas en el gabinete "tranquilo" estaban vivas, bellas y crecían abundantemente.



Tercer experimento: Dorothy creó una cinta de música Rock con canciones de Jimi Hendrix, Vanilla Fudge y Led Zeppelin. De nuevo las plantas se desviaron de la música. Pensando que quizá fuese la percusión de la música Rock lo que causaba el rechazo en las plantas, realizó de nuevo el mismo experimento con una canción interpretada sin percusión. En éste caso las plantas se inclinaron de nuevo en dirección contraria a la música, pero no tanto como anteriormente. Cuando realizó otra vez éste experimento, ésta vez con las mismas canciones pero interpretada por instrumentos de cuerda madea (violines, violonchelos...), las plantas se inclinaron hacia la música.

Cuarto experimento: usó de nuevo tres gabinetes. En uno puso música clásica del norte de la India, en otro música de Bach para órgano y en el último no puso música. A las plantas la música que más "les gustó" fue la del primer gabinete. En el gabinete donde sonaba Bach las plantas también se inclinaron hacia la música, pero no tanto como en el primer caso.

Quinto experimento: empleó otros tipos de música. Las plantas con música Country no mostraron reacciones, igual que aquellas que estaban en gabinetes silenciosos. Sin embargo, a las plantas les gustó el jazz.

Sexto experimento: en un gabinete puso música Rock y en otro música clásica moderna y disonante. Las plantas en el primero se inclinaron entre 30 y 70 grados huyendo de la música; y las plantas del segundo gabinete se inclinaron menos, entre 10 y 15 grados.

Con estos experimentos, aunque no fueran plenamente científicos, Dorothy demostró al mundo que las plantas responden, literalmente, a estímulos tan naturales y comunes entre los seres humanos como son el tacto y la música.


lunes, 10 de mayo de 2010

LAS PLANTAS TAMBIÉN HABLAN



Las plantas angiospermas forman el grupo más extenso del reino de las Plantas, tienen flores y producen frutos con semillas. Árboles como el roble, arbustos como el tomillo o hiervas como el trigo son plantas angiospermas.

Muchas de éstas plantas producen compuestos tóxicos o de mal sabor que las defienden muy bien de los animales herbívoros. En algunas especies la producción de éstos compuestos comienza o aumenta como respuesta al daño que les causan algunos herbívoros; y ésta alta concentración de sustancias detiene toda depredación adicional y evita que la planta sufra un daño grave.

Estudios realizados en la Universidad de Washington y en el Dartmouth College revelan que las plantas no solo se defienden a sí mismas, sino que también "advierten" a otras plantas cercanas para que éstas puedan movilizar sus defensas antes de ser atacadas.

Éste efecto se observó por primera vez en sauces de Sitka (Alaska). Allí, a los tres días de haberse detectado sustancias químicas defensivas en las hojas de los sauces atacados directamente por orugas lagartas, se encontraron altos niveles de esas mismas sustancias defensivas en las hojas de sauces que aún no habían sido afectados, algunos de ellos situados ¡a 60 metros de los sauces dañados!

Tras ésta observación y un posterior estudio se llegó a la conclusión de que las hojas de los sauces dañados, además de crear sustancias auto-defensivas, liberaron una sustancia que, transportada por el aire, llegó a las hojas de los otros sauces desencadenando la producción de sustancias químicas defensivas en ellas.

La comunicación química entre individuos de una misma especie es un fenómeno común y conocido en animales, pero, sin embargo, pocos conocen la "lengua" de las plantas. Esto es el primer indicio de que entre los individuos vegetales podrían existir muchísimas interacciones que no son percibidas, ni siquiera, por un ojo bien entrenado.